Nijuman no borei

6 de agosto de 1945. 8:15 de la mañana. “Little Boy”, la primera bomba atómica utilizada en un conflicto bélico, cae sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y la arrasa por completo. Miles de personas mueren al instante. A sólo 150 metros del lugar de la explosión, una estructura resiste en pie rodeada de escombros. Es la Cúpula Genbaku.

Gracias a Ricard Martínez, de Arqueologia del Punt de Vista, descubro un estremecedor cortometraje dirigido por el francés Jean-Gabriel Périot titulado “Nijuman no borei” (“200.000 fantasmas”, en castellano). Périot centra su pieza en este edificio construido en 1915 para servir inicialmente como centro de exposiciones y que actualmente constituye un símbolo de esperanza para la paz mundial y para la eliminación de todas las armas nucleares. A través de cientos de fotografías de archivo, Périot reconstruye la historia y los acontecimientos sucedidos en los años anteriores y posteriores a aquel fatídico 6 de agosto de 1945.